Policía Bonaerense

 

En la actual acción de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, que miran con especial atención las fuerzas policiales de otras provincias, la solución posible que intentan los gobernantes no pasa de ser mas que una actitud de mercaderes de tres al cuarto.

Por su férrea ideología de izquierda populista oculta y pretende ignorar el gobierno que en el centro de ese reclamo hay un tema ajeno a estos políticos. Ese tema se llama Dignidad.

Durante años, con resentimiento y odio, se calumnió, se humilló, maltrató, rebajó, deformó el noble accionar de la institución policial, pero haciendo la vista gorda cuando algún miembro de la institución favorecía o toleraba las conveniencias de políticos, jueces y todo ganapán de estos gobiernos.

Hoy, el justísimo reclamo policial, reivindica el honor de estos ciudadanos uniformados que mantienen con gran esfuerzo el orden en medio del caos anárquico en que nos han sumido los ineptísimos y no excesivamente honestos gobernantes.

Por eso el sentido profundo de la acción policial es la Dignidad.

En cuanto a lo económico… ¿cuánto cobra un ganapán inepto que funge de funcionario, desde el más bajo en un municipio, hasta el Presidente de la Nación?

A éstos ya los marcó Martín Fierro: “...los que están como el chimango / sobre el cuero y dando gritos”

Es bueno preguntar ¿cuántos sujetos de los arriba señalados arriesgan a diario su vida para defender nuestra sociedad?

¿Cuántos políticos, funcionarios y jueces han estado en un procedimiento donde abundan los disparos y las balas realmente llueven?

¿Cuántos vieron morir a sus jefes, subordinados, o compañeros defendiendo el orden de la sociedad?

¿Cuántos han tenido que llorar a su padre, madre, hermano o hermana, hijos, caídos en defensa de la sociedad, sin recibir apoyo, comprensión, acompañamiento, ponderación, como se hace, en cambio, con tantos familiares de delincuentes de hoy y de antaño? Sólo la solidaridad y comprensión, la lealtad de policías e institución lo hizo…

Policía: ciudadano uniformado con un deber que cumplir, con una misión en ocasiones muy riesgosa, que requiere coraje, heroísmo y amor.

Me pregunto dónde estaban los señores capellanes, de muy buen sueldo, que no los vi como pastores con el rebaño… ¿ausentes sin aviso y con temor?

Vaya el apoyo de los argentinos de bien a las nobles instituciones policiales.

Por nuestra policía, elevo mis humildes oraciones al Señor.

¡Nuestra Señora, La Santísima Virgen de Luján los bendiga y los guarde!

Padre Luis Moisés Jardín Lahetjuzan